El presidente Gustavo Petro anunció su intención de convocar una consulta popular para definir el futuro de sus reformas sociales, luego de que la reforma laboral recibiera una ponencia de archivo en la Comisión VII del Senado. Con esta medida, el mandatario busca sortear el bloqueo legislativo y llevar directamente a la ciudadanía la decisión sobre su agenda de cambios estructurales.
La propuesta ha generado un intenso debate en el ámbito político. El presidente del Senado, Efraín Cepeda, advirtió que si la consulta fracasa—ya sea porque el Senado no la aprueba, no alcanza el umbral mínimo de participación o porque las reformas no son respaldadas por la mayoría—el Gobierno quedaría en una posición de debilidad política. “Si el Gobierno dice que es el pueblo quien valida las reformas y el pueblo no las valida, pues yo creo que queda desinstitucionalizado”, señaló Cepeda en una entrevista con La W. Frente a estas declaraciones, Petro respondió con firmeza:
“Me arriesgo. Pongo el Gobierno en manos del pueblo.”
Gustavo Petro
Presindete de la Republica
Los retos de la consulta popular
Para que la consulta popular prospere, primero debe ser aprobada por el Senado. Luego, deberá cumplir con un alto umbral de participación: al menos 13’650.456 ciudadanos deben votar, y la mitad más uno (6’827.229) debe apoyar las reformas. En comparación, Petro obtuvo 11,2 millones de votos en la segunda vuelta presidencial de 2022, lo que indica que su convocatoria necesitaría una movilización masiva para tener éxito.
Sin embargo, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, indicó en una entrevista con EL TIEMPO que el Ejecutivo aún mantiene abierta la posibilidad de negociar con la Comisión VII del Senado para evitar la consulta.
Críticas y antecedentes
El presidente Petro también aprovechó la coyuntura para criticar la consulta anticorrupción de 2018, impulsada por la entonces senadora Claudia López y la representante Katherine Miranda. Aunque en su momento obtuvo un respaldo mayoritario, no alcanzó el umbral mínimo de participación. Según Petro, aquella consulta fue “hecha con engaños” y tenía objetivos más publicitarios que reales.
Miranda, por su parte, rechazó la propuesta del Gobierno y calificó la consulta popular como una “trampa” para imponer reformas sin el debido proceso legislativo. “¡Desde ya anuncio que haré campaña en contra, el país está con nosotros!”, expresó en su cuenta de X.
El jefe de Estado defendió su iniciativa asegurando que las reformas que busca someter a votación están diseñadas para beneficiar a la clase trabajadora. Entre ellas, destacó medidas como el pago de salario desde el primer día para jóvenes en prácticas, la licencia laboral para mujeres en menstruación, la formalización de las madres comunitarias como empleadas públicas y la remuneración justa para médicos residentes y trabajadores en jornadas extras y festivos.
El país queda a la expectativa de si la propuesta avanzará en el Senado y si Petro logrará convertir el mecanismo de consulta en una estrategia efectiva para destrabar su agenda de reformas.
Tomado de EL TIEMPO
